sábado, 18 de octubre de 2014

Los nadies

Hace ya bastante tiempo que no dedicaba un tiempo a estar tranquilo frente al pc y poder escribir un poco sobre este mundo loco que nos rodea, si ha día de hoy  nos propusiesen hablar sobre 5 temas de actualidad, seguro que a aparte de la crisis y la corrupción saldría el ya archi conocido como "alarma del ébola", ante eso otro día opinaré, pero ahora demos un espacio a la reflexión y de la mano de un grande Eduardo Galeano:

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. 
Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada. 
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: 
Que no son, aunque sean. 
Que no hablan idiomas, sino dialectos. 
Que no profesan religiones, sino supersticiones. 
Que no hacen arte, sino artesanía. 
Que no practican cultura, sino folklore. 
Que no son seres humanos, sino recursos humanos. 
Que no tienen cara, sino brazos. 
Que no tienen nombre, sino número. 
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. 
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

viernes, 16 de mayo de 2014

No busques trabajo

No busques trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no vale la pena.  Tal como está el patio, con uno de cada dos jóvenes y casi uno de cada tres adultos en edad de dejar de trabajar, lo de buscar trabajo ya es una patraña, un cachondeo, una mentira y una estúpida forma de justificar la ineptitud de nuestros políticos, la bajada de pantalones eurocomunitaria y lo poco que les importas a los que realmente mandan, que por si aún no lo habías notado, son los que hablan en alemán.
No busques trabajo. Te lo digo en serio. Si tienes más de 30 años, has sido dado por perdido. Aunque te llames Diego Martínez Santos y seas el mejor físico de partículas de Europa. Da igual. Aquí eres un pringao demasiado caro de mantener. Dónde vas pidiendo nada. Si ahí afuera tengo a 20 mucho más jóvenes que no me pedirán más que una oportunidad, eufemismo de trabajar gratis. Anda, apártate que me tapas el sol.
Y si tienes menos de 30 años, tú sí puedes fardar de algo. Por fin la generación de tu país duplica al resto de la Unión Europea en algo, aunque ese algo sea la tasa de desempleo. Eh, pero no te preocupes, que como dijo el maestro, los récords están ahí para ser batidos. Tú sigue esperando que los políticos te echen un cable, pon a prueba tu paciencia mariana y vas a ver qué bien te va.
Por eso me atrevo a darte un consejo que no me has pedido: tengas la edad que tengas, no busques trabajo. Buscar no es ni de lejos el verbo adecuado. Porque lo único que te arriesgas es a no encontrar. Y a frustrarte. Y a desesperarte. Y a creerte que es por tu culpa. Y a volverte a hundir.
No utilices el verbo buscar.
Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica.
Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás. Y tu departamento de I+D (eso que tienes sobre los hombros) hace tiempo que tiene sobre la mesa el encargo más difícil de todos los tiempos desde que el hombre es hombre: diseñar tu propia vida.
Suena jodido. Porque lo es. Pero corrígeme si la alternativa te está pagando las facturas.
Trabajo no es un buen sustantivo tampoco. Porque es mentira que no exista. Trabajo hay. Lo que pasa es que ahora se reparte entre menos gente, que en muchos casos se ve obligada a hacer más de lo que humanamente puede. Lo llaman productividad. Otra patraña, tan manipulable como todos los índices. Pero en fin.
Mejor búscate entre tus habilidades. Mejor busca qué sabes hacer. Qué se te da bien. Todos tenemos alguna habilidad que nos hace especiales. Alguna singularidad. Alguna rareza. Lo difícil no es tenerla, lo difícil es encontrarla, identificarla a tiempo. Y entre esas rarezas, pregúntate cuáles podrían estar recompensadas. Si no es aquí, fuera. Si no es en tu sector, en cualquier otro. Por cierto, qué es un sector hoy en día.
No busques trabajo. Mejor busca un mercado. O dicho de otra forma, una necesidad insatisfecha en un grupo de gente dispuesta a gastar, sea en la moneda que sea. Aprende a hablar en su idioma. Y no me refiero sólo a la lengua vehicular, que también.
No busques trabajo. Mejor busca a un ingenuo, o primer cliente. Reduce sus miedos, ofrécele una prueba gratis, sin compromiso, y prométele que le devolverás el dinero si no queda satisfecho. Y por el camino, gánate su confianza, convéncele de que te necesita aunque él todavía no se haya dado cuenta. No pares hasta obtener un . Vendrá acompañado de algúnpero, tú tranquilo que los peros siempre caducan y acaban cayéndose por el camino.
Y a continuación, déjate la piel porque quede encantado de haberte conocido. No escatimes esfuerzos, convierte su felicidad en tu obsesión. Hazle creer que eres imprescindible. En realidad nada ni nadie lo es, pero todos pagamos cada día por producto que nos han convencido de lo contrario.
Por último, no busques trabajo. Busca una vida de la que no quieras retirarte jamás. Y un día día en el que nunca dejes de aprender. Intenta no venderte y estarás mucho más cerca 
de que alguien te compre de vez en cuando. Ah, y olvídate de la estabilidad, eso es cosa del siglo pasado. Intenta gastar menos de lo que tienes. Y sobre todo y ante todo, jamás te hipoteques, piensa que si alquilas no estarás tirando el dinero, sino comprando tu libertad.
Hasta aquí la mejor ayuda que se me ocurre, lo más útil que te puedo decir, te llames David Belzunce, Enzo Vizcaíno, Sislena Caparrosa o Julio Mejide. Ya, ya sé que tampoco te he solucionado nada. Aunque si esperabas soluciones y que encima esas soluciones viniesen de mí, tu problema es aún mayor de lo que me pensaba.
No busques trabajo. Sólo así, quizás, algún día, el trabajo te encuentre a ti.
                                                                                                                           Risto Mejide

martes, 18 de febrero de 2014

Desde los ojos de un niño

La inocencia de un niño, una de esas cosas que podemos denominar como algo que resulta admirable, en tiempos en los que vivimos rodeados de egoísmo, falsedades, desgana y falta de compañerismo.

En muchos momentos nos deberíamos poner en los ojos de un niño: Disfrutando de cualquier momento, queriendo y aprendiendo de quien tenemos al lado, sin importar sus diferencias, sin buscar otra cosa más que su simple y agradable compañía.

                

         “Dicen que lo más importante de esta sociedad son los niños, me encantan porque son capaces de sorprenderse por todo, confían plenamente en sus mayores y regalan amor sin complicaciones, libre de prejuicios y sin esperar nada a cambio".

jueves, 13 de febrero de 2014

Hug me!

Siempre me consideré muuuy fan de los abrazos a continuación algo que quizá te invite a hacerlo más a menudo:
La duración media de un abrazo entre dos personas es de 3 segundos. Pero los investigadores han descubierto algo fantástico. Cuando un abrazo dura 20 segundos, se produce un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente. La razón es que un abrazo sincero produce una hormona llamada "oxitocina", también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia tiene muchos beneficios en nuestra salud física y mental, nos ayuda, entre otras cosas, para relajarse, para sentirse seguro y calmar nuestros temores y la ansiedad. Este maravilloso tranquilizante se ofrece de forma gratuita cada vez que tenemos a una persona en nuestros brazos, que acunamos a un niño, que acariciamos un perro o un gato, que estamos bailando con nuestra pareja, cuanto más nos acercamos a alguien o simplemente sostenemos los hombros de un amigo.

Via www.emprendedorespositivos.com

viernes, 7 de febrero de 2014

Cuanto más grande es la prueba más grande es el triunfo

Cuanto más grande es la prueba más grande es el triunfo, esa frase nos ayuda a resumir lo que nos aporta este corto,  a todos nosotros se nos presentan pruebas constantemente, que sirven sin duda para ir avanzando y creciendo como personas. Sin esas pruebas no sacaríamos nuestra capacidad de superación, ni reflexionaríamos acerca de la importancia de las cosas. 

Toda prueba,todo cambio improvisto, toda situación dolorosa; es una oportunidad para cambiar, superarse y darse cuenta de por qué merece la pena seguir adelante.


A continuación os dejo con el corto, una autentica muestra de que si se quiere se puede.



 

martes, 31 de diciembre de 2013

2013....

Aquí nos encontramos la última tarde del año haciendo una pequeña evaluación de lo que ha sido todo este año, un año que podríamos denominar como uno de los más extraños de mi vida...

Un año marcado por muchas cosas: El regreso a una de las cosas que más me ha aportado en mi vida, bajo otros colores pero viviendo las mismas experiencias desde otro punto de vista; los buenos ratos junto a gente muy especial que a lo largo del año se han ido ganando mi cariño; pequeños trabajillos que aunque no me han llenado los bolsillos si me han hecho aprender y disfrutar; malas experiencias en las que la indecisión y falta de seguridad me han jugado muy malas pasadas; recuperar a gente de siempre que aunque están tan lejos los he notado muuuy cerca; tener valor para quererme como soy y compartirlo con mi gente; llevarme algún que otro chasco; enviar curriculums hasta dejarme el alma y esperar día a día una buena noticia; reirme hasta tener agujetas; sentirme orgulloso de la gente que me rodea por esos consejos, tirones de orejas y abrazos cuando más se necesitan; campamentos y acampadas con mis otras familias; compartir mis sentimientos y pensamientos en este blog, largas tardes de piscina en verano, pasad buenos ratos en el lobitos Pub; gymkhanas muy entretenidas juntos a mis gadgets, lagrimas saladas, fiestas muchas fiestas y alguna que otra mala resaca; días de cama y portatil, días de bici y comerme el mundo; entrevistas; cines a 3,5 €, cafés con charla y charlas sin café; visitas inesperadas; morado, azul y blanco en la mente y en el corazón; muchas y muchas experiencias aprendidas en un año cuanto menos raro pero con ganas de enfrentarse a uno nuevo con la mayor de las Sonrisas...

2014 prepárate, me llevo reservando este año las fuerzas y para ti vengo con el doble de ganas.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

365 dias 8760 horas....

365 días, 8760 horas...podría seguir separando todo ese tiempo en fracciones más y más pequeñas para sín duda explicar una de las cosas más grandes.

Soy una persona que tiene bastante facilidad para quedarse con los detalles: Una simple imagen vista en un momento fugaz, la cara de una persona, un olor, una fecha....

Una vez que me quedo con un buen recuerdo de algo suele añadirle un valor especial, es como si fuese una caja de un momento de mi vida y dentro de ella metiese esas personas, emociones y experiencias que hacen, que una forma u otra, cobren un sentido especial y esta vez, es uno de esos momentos.

Quien me iba a decir a mi que camino de una actividad, que para mi ya era bastante rutinaria, iba a descubrir tantas  cosas, descubrir grandes momentos, compartir tantas y tantas charlas, descubrirme a mi y poder a su vez ponerme en la piel de otros y replantearme incluso ciertas decisiones, que antes o después me han  hecho volver a todo esto.
Grandes compañeros de viaje , de eso no cabe ninguna duda, y porque no decirlo una gran familia de la que aprender y seguir disfrutando dentro de este camino de aprendizaje, buenos y malos momentos, frustraciones, reencuentros y reflexiones, risas, lagrimas, pero siempre, como me gusta mucho decir, amor del bueno.

Un año ya de todo esto, quien iba a decir que iban a cambiar desde entonces tantas cosas y que se iba a pasar tan rápido,  en el que echar la vista atrás y sentirme orgulloso de cada momento pasado juntos.

Al fin y al cabo sólo es algo en lo que nos fijamos los detallistas, sólo un numero, sólo 365 días....